España ha alcanzado un hito demográfico significativo: Al 1 de enero de 2025, la población residente se sitúa en 49.077.984 habitantes, según datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este incremento de 458.289 personas en el último año, que representa un crecimiento del 0,94%, se atribuye principalmente al influjo de inmigrantes, ya que la población nacida en España ha experimentado una disminución debido a la baja tasa de natalidad y el envejecimiento progresivo de la población.
El crecimiento poblacional gracias a la inmigración no es un fenómeno reciente, sino que ha sido un factor clave en la evolución demográfica del país en las últimas dos décadas. Sin la llegada de población extranjera, España experimentaría un retroceso poblacional preocupante, con consecuencias directas en el mercado laboral y el sistema de pensiones. Actualmente, el país cuenta con una de las tasas de natalidad más bajas de Europa, con apenas 1,16 hijos por mujer, muy por debajo del 2,1 necesario para el reemplazo generacional. Este contexto convierte la inmigración en un elemento fundamental para sostener la economía y garantizar el relevo en sectores esenciales como la sanidad, la construcción y la hostelería.
Durante el cuarto trimestre de 2024, la población nacida en el extranjero aumentó en 136.117 personas, alcanzando un total de 9.379.972 residentes. De estos, 6.852.348 mantienen su nacionalidad extranjera, mientras que aproximadamente 2,6 millones han adquirido la nacionalidad española en los últimos años. Los principales grupos de inmigrantes provinieron de Colombia (43.400 llegadas), Venezuela (30.500) y Marruecos (27.700). El fenómeno migratorio no solo afecta la demografía general del país, sino que también tiene un impacto regional. Comunidades como la Comunidad Valenciana registraron un crecimiento del 0,47%, la Comunidad de Madrid un 0,44% y Cataluña un 0,34%, mientras que en regiones como Extremadura (0,02%), Aragón (0,03%) y Andalucía (0,04%), el incremento ha sido mucho menor.
Uno de los aspectos más relevantes de este crecimiento es el impacto que tiene en el mercado laboral. Según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en los últimos años más del 30% de los nuevos afiliados a la Seguridad Social han sido inmigrantes, lo que demuestra su papel clave en el sostenimiento del sistema. En sectores como la construcción, la agricultura y el empleo doméstico, la presencia de trabajadores extranjeros es aún más significativa, con porcentajes que en algunos casos superan el 50% de la mano de obra activa.
En respuesta a la necesidad de regularización y con el objetivo de fortalecer la economía local, el gobierno de Pedro Sánchez ha anunciado un plan para conceder permisos de residencia y trabajo a 25.000 inmigrantes en la Comunidad Valenciana. Esta medida surge como parte de la reconstrucción de las zonas afectadas por la reciente Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), que dejó importantes daños materiales en la región. Permitir que miles de personas en situación irregular puedan incorporarse al mercado laboral no solo impulsará la reconstrucción, sino que también ayudará a reducir la economía sumergida y garantizará mejores condiciones laborales para los trabajadores extranjeros.
A nivel internacional, las políticas migratorias de otros países también influyen en la dinámica migratoria española. La administración de Donald Trump ha decidido no renovar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para aproximadamente 348.000 venezolanos en Estados Unidos, lo que podría traducirse en su expulsión a partir de abril de 2025. Esta decisión se basa en la afirmación del gobierno estadounidense de que la situación en Venezuela ha mejorado, aunque esta postura ha sido ampliamente cuestionada por organizaciones internacionales de derechos humanos.
Ante esta situación, el gobierno de Pedro Sánchez está preparando un plan para acoger a una parte significativa de estos venezolanos que podrían ser deportados y elijan España como destino. Según fuentes del Ejecutivo español, aunque aún no existe un procedimiento completamente definido, se brindará protección a quienes lleguen, tal como se ha hecho con los más de 125.000 venezolanos acogidos en los últimos años. Este plan busca ofrecer vías de regularización para aquellos que tengan vínculos familiares en España o puedan integrarse en sectores que requieran mano de obra, evitando que caigan en una situación de vulnerabilidad.
El principal impulsor de esta iniciativa es el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha desempeñado un papel activo en la mediación entre el chavismo y la oposición venezolana. Su respaldo a la acogida de venezolanos deportados por Estados Unidos se suma a una estrategia más amplia de España para convertirse en un país de referencia en materia de asilo y refugio. Además, se han mantenido conversaciones entre los equipos de Edmundo González, ganador de las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio y asilado en España, y la líder opositora María Corina Machado, con representantes del gobierno español para coordinar la posible acogida de estos migrantes.
Este nuevo flujo de inmigrantes venezolanos se sumaría a los ya existentes en España. Actualmente, los venezolanos son uno de los grupos con mayor número de solicitudes de protección internacional, con más de 57.000 peticiones en 2024, según datos de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Sin embargo, la mayoría de estos casos han recibido resoluciones favorables bajo la figura de protección por razones humanitarias, un estatus que les permite residir y trabajar en el país, aunque sin acceso a la ciudadanía en el corto plazo.
España se encuentra en un punto de inflexión en materia migratoria. Mientras la llegada de inmigrantes impulsa el crecimiento demográfico y contribuye al sostenimiento de la economía, el país también enfrenta desafíos en materia de regularización, integración y gestión de solicitudes de asilo. La combinación de factores internos, como la regularización en la Comunidad Valenciana, y externos, como la posible llegada masiva de venezolanos desde Estados Unidos, plantea un escenario en el que la inmigración seguirá siendo un tema central en la agenda política y social en los próximos años.
Desde el aumento poblacional hasta las políticas de regularización y los posibles desplazamientos masivos desde otros países, el panorama migratorio español está en constante evolución. Para quienes buscan establecerse legalmente en España, es esencial contar con asesoría experta que garantice un proceso seguro y adaptado a las circunstancias actuales. En Pro Corp ofrecemos un acompañamiento integral a nuestros clientes iberoamericanos, asegurando soluciones legales efectivas y personalizadas en materia de extranjería, inmigración e inversiones.
Fecha de publicación: Martes 18 de febrero 2025